N-430, Km 8, 13005 Ciudad Real.
A 8 km de Ciudad Real, en la margen izquierda del río Guadiana.
El acceso a la ermita se da por una abertura en la muralla medieval del antiguo castillo construido por Alfonso VIII de Castilla.
Las ruinas del antiguo oppidum íbero y de la ciudad medieval de Alarcos constituyen uno de los conjuntos arqueológicos más importantes y más extensos (33 ha) de Castilla-La Mancha. Situado en un enclave estratégico, en un cerro elevado en la margen izquierda del río Guadiana, fue un lugar idóneo para el asentamiento de grupos humanos, que lo ocuparon desde la Edad del Bronce.
La ermita, de estilo gótico, fue construida entre los s. XIII y s. XIV y declarada Bien de Interés Cultural en 1980. Edificio constituido por tres naves y planta de cruz latina. Las naves están separadas por diez pilares octogonales de piedra caliza, que soportan ocho arcos apuntados. La fachada principal, orientada hacia el suroeste, destaca por su gran rosetón de tracería, rehundido dentro de un marco cuadrado, está formado por diecinueve lóbulos tallados en piedra. Dispone de un porche sustentado por ocho columnas de piedra, que continua con la techumbre de la iglesia, de artesonado simple y cubierta de teja.