Calle Iglesia 1, 13430 Cañada de Calatrava, Ciudad Real.
A menos de 22 km del centro de la ciudad.
Un refugio de belleza y distinción, un lugar donde el arte vive y la vida se vuelve arte.
Esta majestuosa finca urbana, ubicada en un enclave histórico privilegiado del Campo de Calatrava (Cañada de Calatrava, Ciudad Real), se encuentra a solo 10 minutos de Ciudad Real, a 5 minutos del aeropuerto privado de Ciudad Real y a menos de una hora de Madrid en AVE.
Reflejo de la tradición rural española, la propiedad combina arquitectura cuidada, jardines escultóricos y mobiliario de los siglos XVII al XIX, que conservan intacto el encanto de épocas pasadas. Restaurada con exquisitez por la Familia Ruiz de Castañeda y Soliveres, su Casa-Palacio se alza sobre los restos de una antigua población anterior al siglo XV, fusionando cinco viviendas históricas en más de 1.500 m² de puro esplendor.
Construida en piedra de pedernal y adobe, alberga 10 habitaciones y 14 baños, distribuidos entre seis salones señoriales con chimeneas de piedra, patios de ensueño y terrazas que transmiten historia con serenidad. Entre columnas de mármol travertino talladas a mano y gruesos muros que evocan la Roma clásica, la finca despliega un alma artística única: más de 200 obras originales de artistas como Goya, Picasso, Dalí, Miró, Chillida, Barceló o Antonio López (Colección Arudecas) convierten cada rincón en un museo íntimo, vivo y vibrante.
Los espacios comunes, con chimeneas monumentales y mobiliario regio, están diseñados tanto para el recogimiento familiar como para celebraciones inolvidables.
Sus más de 8.500 m² de exteriores incluyen paseos empedrados con calzada de piedra caliza, una plaza presidida por un olivo milenario, un estanque-piscina de piedra tallada con 120 m² de espejo de agua, esculturas talladas a mano y vegetación singular centenaria —nogales, madroños, cerezos, olivos—, todo ello rodeado por una muralla de piedra con acceso automatizado. Elementos únicos como un magnífico pozo romano de aguas subterráneas que riega la finca añaden un carácter singular y atemporal.
Situada en una reconocida zona cinegética de alto valor paisajístico, cultural y natural, este enclave es perfecto tanto para el disfrute privado como para actividades institucionales, eventos o turismo exclusivo.
Todo respira historia en este espacio que, más que una residencia, es un legado y un regalo para los sentidos.